La hora del baño

La hora del baño puede ser un momento delicioso. A muchos bebes les encanta chapotearen la bañera, y papás y mamás se derriten viéndolos. Para bañar al pequeño es imprescindible contar con una bañera adecuada a su tamaño y que este a nuestra altura, para poder hacerlos con comodidad y sin lastimarnos la espalda. También será muy práctico y agradable ofrecerle al niño juguetitos adecuados que le permitan disfrutar más aun el baño y pasar un rato muy entretenido.

Al principio

El primer baño es el más importante. Por lo que debe ser un momento tranquilo, en el cual se encuentre el núcleo familiar.
Las cámaras y flashes lo dejaremos para más adelante cuando estemos más confiados con el baño de nuestro bebe.

Petit Tips
¿A qué hora?
La hora de baño es un momento de relajación y encuentro con nuestro bebe. Se recomienda hacerlo antes de dormir.
Lo más importante
• La habitación tiene que estar a una temperatura de entre 22 y 25 grados.
• La bañera se llena poco, apenas diez centímetros de agua templada.
• Conviene comprobar la temperatura del agua con un termómetro antes de meter al bebe, entre 35 y 37 C está bien. También lo podemos confirmar mojándonos un poquito la muñeca.
• Para meter al bebe en la bañera, primero pasamos un brazo por detrás de su cabecita y su espalda, mientras con la otra mano echamos agüita, le pasamos la esponja.
• Si tenemos todo a mano será más fácil: la toallita o la capa del bebe, el jabón, la pomada, el aceite o crema hidratante, el pañal, el body.
• Es importante hacerlo despacio, con calma, concentrándonos en lo que hacemos. El bebe lo notará y estará más tranquilo.
• Sacar al bebe de la bañera podrá ser un momento delicado. Para hacerlo con la seguridad no se nos va a caer, lo mejor es utilizar las 2 manos. Si agarramos la toalla
con la boca podremos envolver con rapidez para que no pierda calor.
• Para secar bien lo pliegues de ingles, axilas y cuello, podemos darle suaves toquecitos con la toalla. igual para el pelo, así evitamos el secador.
• Al principio, el baño debe ser rápido, que no dure más allá de cinco minutos, y poco a poco se puede ir aumentando el tiempo, especialmente cuando el niño comienza a chapotear y a juagar en el agua con los juguetes.